6. MUTUALISMO, DEMOCRACIA Y ¿…?
Serie Doctrina de la ayuda mutua
Por Fabio. Alberto Cortés Guavita
Decíamos recientemente que la
democracia es la base del proceso de adhesión voluntaria en las entidades del
sector Social y Solidario. Veamos ahora dos conceptos que van de la mano:
Democracia Representativa y Democracia Participativa.
La primera es aquel ejercicio que nos permite
elegir a las personas que consideramos son los más capaces y los más honestos
para dirigir el destino de la entidad, es entonces cuando con nuestro voto
nombramos a los integrantes de la Junta Directiva, a los integrantes del órgano
de Control Social y al Revisor Fiscal.
Cada uno de estos órganos tiene que cumplir con
determinadas funciones y entregarnos cuenta de ello periódicamente, tal como lo
establezcamos en el Estatuto. Pareciera letra muerta en muchas organizaciones,
el acto electoral es entonces el momento en el cual se ejerce la democracia
representativa y a través del voto se constituyen mayorías que determinan
quienes son los llamados a gobernar la entidad por un periodo de tiempo
definido en el Estatuto.
Dicha regularidad establecida en el
Estatuto al fijar los periodos para los cuales se eligen a los integrantes de
los diferentes órganos de dirección y control, permite que las mayorías se
modifiquen o se turnen en el ejercicio de la dirección y control de la entidad,
así también se constituyen grupos de presión que ejerciendo una oposición
serena y constructiva pueden coadyuvar en el desarrollo de las tareas y
programas a la vez que les permite ser alternativa en la siguiente elección.
La Asamblea es la esencia de la democracia es
el sagrado derecho de todos en la escogencia o nombramiento de sus
representantes, es decir de aquellos asociados que escogemos para que ocupen
los cargos de dirección de nuestra empresa solidaria. Ahora bien, si aceptamos
este ejercicio de la democracia en el sentido de resolver nuestros asuntos en la
asamblea, debemos entender también como, quienes ejercemos la autoridad suprema
somos nosotros mismos en la toma de decisiones de la citada Asamblea y cómo
nuestros representantes elegidos para dirigir la empresa solidaria; lo hacen en
nuestro nombre.
Bien, veamos ahora la democracia participativa,
caracterizada porque sus procesos son aleatorios, no tienen una periodicidad
fija, ocurren cada vez que sea necesario. Se da fundamentalmente cuando se le
consulta a los asociados acerca de temas específicos y estos a su vez hacen
propuestas para ser presentadas al consejo de Administración o a la asamblea
general, ya de manera ordinaria o EXTRAORDINARIA. Esta oportunidad es quizá el
máximo momento de participación, cuando los asociados por su propia iniciativa
solicitan de conformidad con el estatuto la convocatoria de Asamblea
extraordinaria ya sea con el fin de elevar propuestas en pro del desarrollo de
la empresa solidaria o por cuanto consideren con justificada razón que es
necesario reunir el máximo órgano de dirección para dar a conocer
irregularidades en el manejo de la entidad.
Existen mecanismos de participación como el
derecho a la información y a la revisión de documentos de la administración los
cuales deben estar reglamentados para acceder a ellos de manera oportuna.
¡Será posible que tanta belleza se
pueda cumplir como debe ser en la gran mayoría de nuestras instituciones
solidarias! Juzgue usted amigo lector y verifique en su entidad.
La práctica nos muestra todo lo contario,
asambleas manipuladas por los directivos, asociaciones mutuales en las cuales
el “gerente” o “presidente” lleva más de 25 años en el cargo y desde allí es él
quien “elige” a los directivos que le devuelven el “favor” y lo nombran gerente
para continuar el ciclo de la corrupción. Y después los oye uno en foros y
reuniones pontificando y preguntándose ¿Por qué será que la gente no ingresa a las
mutuales en Colombia?
Y yo me pregunto ¿Y los asociados qué? ¿Y la Democracia dónde?
¿Y los Valores cómo?
Por eso estamos como estamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario