Serie Educación Mutualista
ENSEÑANZA 4. PROYECTO DE VIDA Y SENTIDO
DE PERTENENCIA
Por Fabio Alberto Cortés Guavita
Proyecto de vida es el plan mediante el
cual se fijan objetivos, metas y acciones a realizar en la vida. De él y para
él se vive teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades, y es así como se plantean unas estrategias para
llegar a dar cumplimiento con los objetivos propuestos. Lo importante del
proyecto de vida es que se lleve a la práctica, que no se quede en la intención
sino que se desarrolle realizando todas las acciones necesarias.
El proyecto de vida ha de ser compartido
y esto se logra a través del testimonio de vida, no es simplemente una
exigencia previa para el reconocimiento como persona idónea, sino también un
proyecto de vida para el crecimiento permanente
Ahora bien, en este terreno de la
transmisión del pensamiento para la inducción de todos a tener un proyecto de
vida, se debe ver el ejercicio de la autodeterminación en la toma de
decisiones, en la comprensión de las normas como exigencia de la vida social,
en la concentración para decidir el propio proyecto de vida en el ejercicio de
autocontrol y autodisciplina para alcanzar las propias metas.
El grupo humano que conforma la
empresa, adoptada por todos como propia
y parte integral de su proyecto de vida, debe ser parte de una visión de
futuro, positiva y alentadora, es decir, debe representar un estado altamente
deseado.
El rol del líder para impulsar el
proyecto de vida de sus seguidores ha de ser el de un educador, entendido como
un facilitador de procesos creativos con unos criterios que nazcan en el marco
de la conducción de elementos intervinientes en el cambio comunicativo, es
decir en el de los líderes con alma de poetas, de creativos lúdicos que hagan
del ejercicio del liderazgo su proyecto de vida y de su enseñanza un eterno
proceso de retroalimentación.
El proyecto de vida de la persona debe
estar inmerso en el proyecto empresarial en el cual va a laborar o intervenir,
solamente cuando los intereses individuales apuntan hacia la misma dirección
del proyecto empresarial se pude desarrollar un proyecto de vida integral con
verdadero sentido de pertenencia.
El desarrollo del sentido de pertenencia
se alcanza fundamentalmente a través del
conocimiento de los DEBERES Y DERECHOS del asociado, empleado o colaborador de
la organización. Es demostrado en múltiples escenarios laborales cómo el
trabajador al tener plena conciencia de sus deberes se hace más responsable y
surge entonces el criterio que se va a desarrollar a lo largo de la vida: el
empoderamiento parte de la información socializada y del conocimiento de sus
obligaciones antes que de sus derechos, se debe entender que los derechos son
algo que se gana, a lo que se tiene que acceder una vez se dé cumplimiento a
los deberes. Así se logra un crecimiento personal e institucional.
Desde la óptica del mercadeo relacional
se puede tomar el ejemplo de la posventa
que busca satisfacer plenamente al nuevo asociado o cliente y reducir su
ansiedad en relación con la recompra o repetición de uso del servicio, es la
etapa fundamental para que el usuario logre un sentido de pertenencia y
obviamente de fidelización con la empresa o con la marca
.
Desarrollar el sentido de pertenencia de
los asociados hacia su organización y hacia el Sector Social y Solidario, o al
sector empresarial cualquiera que sea, se logra fomentando una cultura de
autocontrol sobre la gestión de las mismas.
Este criterio permite asegurar que las actividades propias de la
administración enfocadas a la tarea de facultar logran un mayor rendimiento y
eficacia en todos sus ámbitos.
La solidaridad coadyuva el desarrollo del
sentido de pertenencia si se toma como una actuación recíproca que a los
valores personales antepone las normas, costumbres, intereses y valores de la
colectividad, considerada como un todo; el sentido de pertenencia a una organización
sociocultural valorada positivamente se transforma en una experiencia de
relaciones sociales que implican a la totalidad de la persona. El factor humano es fundamental y genera un
mejor ambiente de trabajo aumentando la productividad, si crea sentido de
pertenencia.
La comunicación al transmitir la identidad
de la empresa a los clientes y proveedores, readecuando los canales de
información comercial e institucional para convertirlos en canales
distribuidores de la cultura empresarial, ayuda al logro de una mayor lealtad y
sentido de pertenencia.
Además de poder identificar potenciales
problemas, el desarrollo de un plan de empoderamiento, permite generar sentido
de pertenencia por parte de la fuerza de trabajo de una organización, ya que se
sienten parte de él y que han aportado a la definición y éxito del mismo. Este
grupo se vuelve multiplicador del entusiasmo dentro de la organización.
Hay técnicas como las llevadas a cabo por
el empoderamiento, como son la dinámica de grupos para la interacción humana o
trabajo en equipos autodirigidos, el diálogo y la compartimentación de
información son algunos de los rasgos que inducen al sentido de pertenencia.
Se debe posibilitar al trabajador
asociado o empleado que participe activamente en las decisiones que se
relacionen con los cambios o alteraciones que pueda tener su propio trabajo y
el de la sección en la cual se encuentre vinculado. Con ello se permite que aporte seguramente
con valiosos conceptos y apreciaciones de la labor que está realizando y la que
observa a su alrededor, surgidos de su práctica, la citada participación le da
verdadero sentido de pertenencia, que no lo tendrá simplemente si se le
considera como un trabajador u operario subordinado y limitado a obedecer y a
cumplir con la labor específicamente a él asignada. No es el empleado, ahora es
el asociado, el socio de la organización.
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